¡Lo hemos conseguido! ¡Tenemos una web en condiciones! Con sus apartados, sus sinopsis y su tienda on line. Y es que nuestra editorial está en plena adolescencia, va a cumplir doce años, y ya tocaba.
La verdad es que siempre nos ha funcionado eso de empezar la casa por el tejado. A veces es la mejor forma para arrancar, porque la energía que hay que poner en pensar y repensar los cimientos, nos suele dejar agotados para emprender. Así que, a lo loco, empezamos a poner tejas. Esta fórmula, que no es ni mejor ni peor que otras, nos hace avanzar. De hecho, así nació nuestra editorial.
Nuestra aventura surgió de manera totalmente inesperada. Y, por supuesto, sin grandes conocimientos del sector editorial, más allá de nuestro amor por la literatura infantil antes de estrenarnos en esto de la paternidad y maternidad. Nos lanzamos a la piscina sin conocer los intríngulis de este mundo, porque cuando un proyecto surge con tanta fuerza desde las entrañas, es imposible negarse a realizarlo.
La fuerza que nos impulsó fue precisamente el hecho de transformarnos en familia de tres. Este cambio vital nos permitió ver el mundo a través de los ojos de nuestra hija y, claro, lo que vimos fue revelador. Seguro que os ha pasado lo mismo, todo cambia cuando eres responsable de la vida de una personita. Todo hace mucho más ruido que antes, las calles están llenas de obstáculos, las personas adultas te empiezan a caer peor, los parques se convierten en territorios complicados, ves cómo a la infancia se la trata regular… en fin, que empiezas un camino sin retorno. Y eso nos pasó precisamente con las historias que comenzamos a leer a nuestra hija Violeta. Algunas de ellas contaban cosas que merecían otra versión, para que ella pudiera construir la suya propia.
Así que nos convertimos en editorial con poco conocimiento y mucho corazón. Y nos encontramos por el camino a muchas otras personas que compartían esta misma necesidad de contar historias alternativas, sin estereotipos, sin prejuicios, con escucha y respeto a la infancia. Todos nuestros cuentos desde el inicio se han cofinanciado con campañas de crowdfunding, o lo que es lo mismo, con una comunidad de personas que también piensan que urge una mirada menos adultocéntrica hacia la infancia.
Fruto de la experiencia de estos años, cada vez tenemos una foto más completa de cómo funcionan las cosas en el mundo editorial, aunque todavía nos queda mucho por aprender. Lo que tenemos claro es que queremos seguir haciendo las cosas a nuestra manera. Queremos seguir publicando historias que gusten a niños y niñas. Historias que ayuden a construir un mundo más amable, más justo y más divertido también. Queremos seguir imprimiendo en España de forma sostenible, porque sabemos que los precios tan bajos de impresión en otros países pueden ser a costa de malas condiciones laborales y poco cuidado del entorno. Y queremos que las familias nos sigáis acompañando en este viaje a la utopía.
Si ya nos conocías, esto que te hemos contando en nuestro primer post seguramente no te haya sorprendido mucho. Si aún no, esperamos que te haya removido, que hayas conectado con nuestra forma de ver el mundo y nos gustaría verte mucho por aquí.
Nuestras puertas virtuales siempre estarán abiertas a escucharos, de hecho, esto no tiene sentido sin vosotras, sois parte de esta pequeña gran editorial que es Cuatro Tuercas.