Marta no da besos. [SPA:] Marta reparte sus besos como ella decide
y no siempre es a quien se los pide.
Algo muy normal, si te paras a pensarlo,
aunque algunos adultos no acaban de aceptarlo.
¿Por qué es tan difícil de entender?
En mis besos mando yo. Lo deberías saber.
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¿Por qué elegir este cuento?
Las niñas y los niños no son de nuestra propiedad. Pero, a veces, los convencionalismos sociales hacen que les obliguemos a hacer cosas que van en contra de sus deseos. Los besos deben ser deseados y sinceros. Nunca obligados. Porque debemos enseñar que su espacio personal no se invade y que nadie, nadie debe hacerlo.
Elige este cuento si quieres mostrar cómo poner límites y hablar de consentimiento de una forma adecuada a la infancia
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